Trotsky y la lucha por la revolución socialista mundial

Written by  André Freire y Henrique Canary
 

Trotsky y la lucha por la revolución socialista mundial

73 aniversario del asesinato del dirigente revolucionario ruso
 
En el momento en que en numerosos lugares del planeta la clase trabajadora, la juventud y amplios sectores populares retoman la ofensiva política contra el imperialismo y sus planes de miseria, con luchas heroicas contra sanguinarias dictaduras del capital como en Siria, Página Roja reivindica la vigencia del pensamiento revolucionario de Leon Trotsky en el 73 aniversario de su asesinato por un agente estalinista catalán.
 

Un revolucionario destacado

Trotsky jugó un papel destacado en la Revolución rusa de 1917, siendo Presidente del Soviet (Consejo, en ruso) de Petrogrado, uno de los principales organismos del poder revolucionario. Jugó un papel fundamental también al frente del Estado Obrero, asumiendo la tarea de construir el Ejército Rojo, decisivo para la victoria de la naciente República de los Consejos Obreros en la guerra civil.

Sin embargo tras la guerra civil y con el falso argumento de consolidar el Estado ruso en detrimento de extender la Revolución hacia otras partes del mundo (teoría del  “Socialismo en un solo país”), Stalin asumió el control del poder rompiendo con el proyecto original de la Revolución Rusa. Para destruir las bases de la Revolución Socialista, Stalin purgó e incluso asesinó a la abrumadora mayoría de los dirigentes bolcheviques.
 
Trotsky se opuso vehemente a la contrarrevolución estalinista por lo que fue expulsado del Partido Bolchevique y de la Unión Soviética, iniciando así un largo exilio por varios países.
 

La obra de Trotsky

Trotsky era un hombre de acción, pero no de acción sin teoría. Para él, la actividad práctica revolucionaria era inseparable del estudio y del trabajo intelectual. A los 26 años, basándose en la experiencia de la revolución de 1905, formuló la Teoría de la Revolución Permanente en la que preveía que, en una Rusia atrasada y semifeudal, sólo la clase obrera sería capaz de cumplir las tareas que históricamente habrían correspondido a la burguesía. Doce años después sus pronósticos se cumplirían de manera incontestable.
 
Pero fue a partir de la burocratización de la Unión Soviética, cuando Trotsky se dedicó aún más a la elaboración teórica marxista, a la orientación política y programática para los militantes que actuaban en los principales procesos revolucionarios y a la defensa de su moral revolucionaria contra las calumnias y difamaciones del estalinismo.
 
Su trabajo teórico más importante fue La Revolución Traicionada, de 1936, donde aanaliza el proceso de burocratización de la URSS y del Partido Bolchevique y pronostica que o la clase obrera de la URSS, bajo la dirección de un partido revolucionario, hace una revolución política que expulse de los soviets y del estado obrero a la burocracia parasitaria, o el capitalismo sería restaurado en Rusia. Cincuenta años después, la restauración del capitalismo en absolutamente todos los países de economía planificada confirmó dramáticamente esta previsión de Trotsky.
 
Trotsky posee una vasta obra sobre infinidad de temas. Escribió sobre literatura, psicología, opresión de la mujer, moral… Analizó y nos dejó valiosas lecciones sobre cada uno de los procesos revolucionarios que presenció: la revolución alemana de 1923, la china de 1923-1925, la española de 1931-1939 y la II Guerra Mundial. Nos dejó también dos obras de gran valor histórico y literario: La Historia de la Revolución Rusa y Mi Vida, su autobiografía.
 

La fundación de la IV Internacional y el asesinato de Trotsky

En 1938, Trotsky realizó lo que él mismo consideró el trabajo más importante de su vida: la construcción de la IV Internacional, es decir, de la herramienta que debía asegurar la continuidad organizativa de las ideas bolcheviques, frente a la degeneración burocrática de la III Internacional y de los partidos comunistas.
 
Incluso sin poder asistir a su congreso de fundación debido a las intenciones públicas del estalinismo de asesinarlo, Trotsky escribió el Programa de Transición, principal texto político-programático de la fundación del nuevo partido mundial de la revolución.
 
Finalmente el 20 de agosto de 1940, estando exiliado en Méjico, un agente de la GPU (policía política rusa) lo asesinó de forma cobarde en su casa de Coyoacán, un crimen ejecutado por orden de Stalin con el objetivo de acallar su voz y borrar sus ideas del movimiento obrero internacional.
 

La actualidad de las ideas de Trotsky

El estalinismo no consiguió, sin embargo, borrar el legado de Trotsky y los procesos revolucionarios actuales sirven como confirmación histórica de la validez de sus ideas fundamentales. Así la crisis económica internacional demuestra el fracaso completo del capitalismo como sistema para garantizar el progreso del conjunto de la humanidad. Las revoluciones del Norte de África y Oriente Medio, las luchas de los trabajadores europeos y el retorno de las movilizaciones populares y de la clase trabajadora en América Latina, demuestran el carácter internacional de las luchas contra el capitalismo y reafirman la urgencia de una salida socialista que acabe con toda explotación y opresión.
 
Asimismo, la persistencia de gobiernos de conciliación de clases, frentepopulistas,  en varios países, formados por partidos surgidos de la clase trabajadora junto a partidos burgueses, muestra la vigencia de la lucha de Trotsky por la independencia política de la clase trabajadora. Contra la falsa alianza de los trabajadores con la burguesía, como el Frente Popular en la Revolución española, Trotsky siempre defendió la alianza de todos los explotados y oprimidos confirmando que sólo la clase obrera, por su localización en la producción capitalista, podrá cumplir la tarea histórica de liderar a la mayoría del pueblo en la lucha por acabar con el capitalismo en todo el mundo.
 
La liberación de la clase trabajadora será obra de los propios trabajadores. Por tanto, sigue actual su lucha por construir los organismos independientes de clase que unifiquen, en el curso de las movilizaciones, a los trabajadores y a la mayoría del pueblo. Así, de la misma forma que los bolcheviques defendieron el papel dirigente de los Soviets en la Revolución Rusa, deberán ser los organismos independientes de clase los responsables de definir, de forma democrática, los caminos de la lucha contra el capitalismo y por la construcción del socialismo.
 
A la defensa de la Revolución Socialista, del internacionalismo, de la independencia de clase frente a los patrones y a todos los gobiernos burgueses, del papel protagonista de la clase obrera y de la construcción de organismos democráticos de poder de los propios trabajadores, se suma la actualidad de la lucha de Trotsky por la construcción de partidos socialistas y revolucionarios, tanto a nivel de cada país como a escala internacional.
 
Por desgracia, una parte de quienes tuvieron su origen en las ideas de Trotsky como las organizaciones del llamado Secretariado Unificado, abandonaron la tarea de construir partidos revolucionarios para acabar impulsando o integrándose en nuevos partidos reformistas, llamados por ellos “anticapitalistas”, organizaciones que priorizan la actuación parlamentaria, aceptando los límites impuestos por la democracia burguesa y abandonando la estrategia de la revolución socialista.
 
El principal homenaje que los militantes de Corriente Roja y de la LITci podemos prestar a la trayectoria y al legado teórico de Trotsky es llamar a los mejores activistas de la nueva ola de luchas a que se sumen a nosotros en la construcción de verdaderos partidos socialistas y revolucionarios. Partidos que prioricen su actuación en la lucha directa de la clase trabajadora y disputen cotidianamente la conciencia de nuestra clase en la necesidad de combinar nuestras luchas más inmediatas con la lucha más general por el fin del capitalismo y por la construcción de una sociedad socialista.
 
Artículo elaborado a partir de textos de André Freire y Henrique Canary, militantes del PSTU.

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