Un excelente foro en Nueva York debatió las tareas que tenemos por delante como la clase obrera y los oprimidos
Por JOHN KIRKLAND
El sábado 12 de octubre se celebro un foro organizado conjuntamente por el Partido de Libertad Socialista (FSP, Freedom Socialist Party) y La Voz de los Trabajadores (LV). Más de 50 personas se reunieron en el Freedom Hall del FSP, en el barrio de Harlem, para escuchar a los oradores sobre el tema «Construir un partido obrero: Una voz para los trabajadores y los oprimidos».
La idea de un foro conjunto surgió de unas discusiones entre el FSP y LV sobre el tema del partido laborista, en los que ambas organizaciones encontraron que tenían una convergencia de perspectivas sobre lo que está pasando en las elecciones de 2024 y la necesidad de un instrumento político independiente para la clase obrera y los oprimidos.
Los ponentes incluian Elias Holtz, miembro del Writers Guild of America East y del Comité Nacional del Partido de Libertad Socialista; Hutch, militante sindical desde hace mucho tiempo, Teamster activo en Labor for Palestine y miembro de La Voz de los Trabajadores; y Sultana Hossein, secretaria de actas del Sindicato de Trabajadores de Amazon (ALU) / IBT Local 1, y miembro de la Movilización Nacional por la Justicia Reproductiva. Un cuarto ponente programado no pudo asistir.
Los tres ponentes respondieron animadamente a una serie de preguntas elaboradas por los organizadores del foro. Tras las presentaciones, se interrumpió la retransmisión en directo para permitir que discuten también los varios públicos presenciales, en Nueva York, Seattle y San Francisco, así como los participantes en Zoom.
El público de Nueva York planteó una serie de preguntas importantes sobre lo que requiere y las dificultades previstas de la lucha por la independencia política de la clase trabajadora: ¿Cómo abordamos los argumentos de votar por el «mal menor»? ¿Cómo lidiamos con la desigual conciencia política de los trabajadores, y especialmente con los que tienen perspectivas reaccionarias? ¿Cómo nos enfrentamos a la burocracia sindical y a su subordinación a los demócratas? Otros miembros del público plantearon la idea de campañas electorales socialistas revolucionarias como un vehículo para difundir el programa revolucionario.
Se necesita una transformación social
Durante el foro, los panelistas opinaron sobre el posible papel que podría desempeñar un partido laborista en la política estadounidense y mundial.
Hutch, miembro de La Voz de los Trabajadores, dijo: «Cuando pienso de un partido laborista, primero pienso de un movimiento obrero combativo reconstruido, en el que los sindicatos se hayan politizado. Están movilizando a sus miembros no sólo para las luchas económicas en el trabajo día a día, sino también para las luchas políticas más amplias en torno al acceso al cuidado de salud, el derecho al aborto, la lucha por los derechos de los inmigrantes, la liberación Palestina. … No creo que podamos construir un partido laborista basado sólo en un puñado de trabajadores en sus lugares de trabajo gritando por un partido laborista. Va a ser una gran transformación social que se produzca en el curso de la lucha, en el curso de grandes huelgas … dirigidas por las bases».
Sultana Hossein, de la ALU, continuó: «Cuando pienso de un partido obrero, pienso de nosotros, de cada una de las personas que estamos en esta sala ahora mismo, gente de clase trabajadora, que estamos organizando nuestras comunidades. Nos estamos organizando en torno a diferentes luchas cada día, pero en verdad nos falta un vehículo político para impulsar las cosas que necesitamos como clase trabajadora.»
Elias Holtz, miembro del FSP, dijo: «Un partido laborista puede utilizar el poder de la clase trabajadora y el poder de los sindicatos. En los dos últimos años hemos visto como el poder de los sindicatos se ha utilizado para defender a sus miembros y conseguir reivindicaciones. Creo que existe una gran diferencia entre lo que se puede ganar en una lucha huelguística y lo que se puede ganar a través del intento de aprobar leyes bajo del Partido Demócrata».
Hutch habló del efecto potencial de un partido laborista. «Si hablas de un partido laborista», dijo, »se abre la idea de la independencia de clase. Es abrir la idea de que hay alternativas por las que podemos luchar». Y continuó: «Significa que cada uno de los que estamos aquí volvamos a nuestros lugares de trabajo, a nuestras comunidades y entremos debates, fundemos clubes del partido laborista en nuestros sindicatos y construyamos esa conciencia laborista. Esto ayudará a reavivar el movimiento obrero y, al mismo tiempo, construirá un vehículo político para que podamos avanzar en nuestras causas.»
Elias Holtz declaró que en cuatro años, «Sabemos que no estaremos donde estamos [ahora]. Estaremos con una derecha más fuerte, estaremos con más inundaciones, más cambio climático, más crisis, más atacacos por los dueños. Estoy seguro de que mucha gente en esta sala está de acuerdo, pero me esta volviendo loco ver cómo los Demócratas permiten a que cresca la extrema derecha. Les dejan subir ahí y decir lo que quieran sobre los inmigrantes, y ellos [los Demócratas] se mueven hacia la derecha».
Sultana Hossein señaló que un partido laborista podría «ayudarnos a organizarnos en torno a tantos temas y movimientos distintos. Al igual que en nuestros sindicatos, no sólo nos organizamos para conseguir cambios materiales en nuestras condiciones de trabajo, mejores salarios, condiciones de trabajo más seguras, prestaciones… sino que también vemos a nuestros sindicatos como un vehículo para la justicia social en nuestras comunidades. Las cosas que realmente afectan a los trabajadores en el día a día no están sólo en el lugar de trabajo».
Y continuó: «Los mismos partidos políticos que atacan a nuestros sindicatos también atacan nuestros derechos reproductivos, y veo un partido laborita como una forma de luchar por nosotros». En la Movilización por la Justicia Reproductiva, por ejemplo, una gran parte del trabajo que hacemos consiste en intentar que la AFL-CIO convoque una convención real en la que podamos hablar de como podemos luchar juntos por la justicia reproductiva en nuestros sindicatos».
«Los trabajadores también desempeñan un papel crítico en la lucha por la liberación palestina. Como trabajadores, tenemos un poder distinto para paralizar realmente la producción y hacer lo necesario para hacer que los que están en el poder, la clase dominante, nos escuche realmente… El partido obrero es un vehículo para que podamos organizarnos para ejercer ese poder».
Aprovechar el poder de los sindicatos
En los meses previos al foro, ambas organizaciones publicaron artículos que destacaban la lucha por un partido laborista.
En el artículo «¡Construye un partido obrero!», el FSP argumentaba que «un partido laborista podría aprovechar el poder de los sindicatos para exigir el fin de la ocupación de Palestina, ganar los derechos reproductivos, defender a los inmigrantes y a la gente de color de los ataques racistas, derrotar la legislación antitrans y movilizarse inmediatamnte para enfrentar a la crisis ambiental. Podría dirigir campañas sindicales y ayudar a los sindicatos a coordinar sus campañas para conseguir mejores salarios y prestaciones. Y podría ser una fuerza poderosa para unir a los trabajadores en un frente unico para oponerse a la creciente extrema derecha.
«En contraste con los partidos corruptos de la patronal, un partido obrero podría ser dirigido por sus filas y ser capaz de hacer que los candidatos sean responsables de aplicar el programadel partido. El momento es oportuno. Más gente que nunca está harta de los partidos Demócrata y Republicano, mientras que los sindicatos nunca han sido tan populares como ahorita.
«¡Y por qué no! Los sindicatos tienen el poder de hacer avanzar las cosas, como demuestran los éxitos conseguidos durante la oleada de huelgas de 2023. Ese poder se necesita desesperadamente para responder a las múltiples crisis de nuestro momento».
En agosto, el miembro de La Voz de los Trabajadores Ernie Gotta escribió: «¡Sí, necesitamos un partido obrero! Una respuesta a Hamilton Nolan“. En este artículo, Gotta enseña como la fantasía de que el Partido Demócrata es un escenario de lucha para las personas y organizaciones de la clase obrera: «La razón por la que necesitamos un partido laborista independiente de los capitalistas es la misma por la que no dejamos que nuestros jefes participen en nuestras reuniones sindicales. Piensa en lo absurdo que sería que tu jefe tuviera los mismos derechos de voto y de palabra en tu reunión sindical que tú. En el Partido Demócrata es mucho más grave, porque los capitalistas tienen el dinero y el poder en una coalición muy desigual».
Gotta continuó: «Un partido político -ya sea Demócrata, Republicano, Verde o Laborista- tiene un carácter de clase. El Partido Demócrata es una antigua formación que en su día era el partido de figuras presidenciales y esclavistas como Andrew Jackson. Los Demócratas pasaron magistralmente de ser los principales defensores de la esclavitud a actuar hoy como los principales defensores de la esclavitud asalariada. Pasaron de aplicar las leyes de Jim Crow a supervisar el Nuevo Jim Crow, el encarcelamiento masivo y la cadena de la escuela a la cárcel».
¿Por qué un partido laborista y no un «tercer» partido?
Como marxistas, creemos en el papel central de la clase obrera en la lucha contra la explotación capitalista y por el socialismo. Al mismo tiempo, los marxistas consecuentes nos unimos a todas las luchas contra la opresión. Las luchas de los oprimidos son un componente clave de las luchas de la clase obrera. Una de las principales tareas de la clase obrera es ganar nuestra independencia de los partidos capitalistas que sirven a los intereses de los ricos dominantes.
El movimiento sindical organizado tiene unos 14 millones de afiliados en EEUU. Un partido basado en una parte significativa de los sindicatos y que atrajera a sus filas a trabajadores no organizados y a mujeres, organizaciones negras y latinas y personas LGBTQI+ cambiaría decisivamente todas las luchas sociales y económicas -desde las protestas contra la brutalidad policial hasta las huelgas- a favor de la clase obrera.
En cada ciclo electoral, la energía y el dinero de nuestros sindicatos se ponen al servicio de un partido que no cumple sus promesas hechas a los trabajadores. Peor aún, los Demócratas apuñalaron por la espalda a los trabajadores ferroviarios al detener una posible huelga ferroviaria. Está claro que los Demócratas no podrían ganar las elecciones sin los esfuerzos de los sindicatos por conseguir el voto. Imagina lo decisivamente que podría cambiar el equilibrio de fuerzas de clase si esos esfuerzos se utilizarian para construir un partido laborista independiente.
Este exitoso foro es sólo el primer paso de un proceso más largo de lucha por la independencia de clase. Los camaradas de La Voz de los Trabajadores y del Partido de Libertad Socialista no se hacen ilusiones de que nosotros solos podamos ganar esa lucha. La lucha por la independencia política de la clase obrera requerirá la actividad unificada de todas las fuerzas de la izquierda y de los sindicatos que quieran acabar con la subordinación política de nuestra clase a los partidos patronales. Este tipo de esfuerzo de frente unico puede ganar esta lucha.
Por supuesto, construir el nuevo partido no será fácil. También requerirá una lucha paralela para construir una dirección de lucha de clases en los sindicatos. Además, no hay garantías de que un partido laborista independiente tenga un programa revolucionario. Lo más probable es que los militantes obreros van a tener que luchar dentro del partido por un programa consecuente de lucha de clases y anticapitalista.
Un partido político de la clase obrera contrastaría con los partidos multiclasistas «progresistas», «verdes» o de «izquierda». Las plataformas electorales de estos partidos tienden a respetar las normas de la clase dominante, defendiendo medidas que sólo contribuirían en parte a resolver los problemas básicos a los que se enfrentan los trabajadores y los oprimidos. Además, a menudo no se comprometen con las luchas cotidianas de los trabajadores.
En comparación, un partido laborista se basa en el poder de los sindicatos, y de los muchos trabajadores que aún no tienen sindicato, en defensa de los derechos de los trabajadores y los oprimidos. Imagina por un momento un partido que luche por los derechos del pueblo palestino en lugar de financiar el genocidio. Imagina un partido que luche por una vivienda asequible, una sanidad nacional y un salario digno real para todos los trabajadores.
Se puede y se debe construir un partido obrero, una voz que luche por los trabajadores y los oprimidos. Un partido así, que luche cada día y no sólo el día de las elecciones, ofrece la esperanza de una verdadera alternativa a la extrema derecha, a la crisis capitalista y a la traición de los Demócratas.
¡Juntos marchamos para adalente! ¡Tenemos un mundo que ganar!
Los lectores pueden ver un vídeo del foro AQUÍ.
Foto: Panelistas de izquierda a derecha: Elias Holtz, Sultana Hossein y Hutch.