Por MICHAEL SCHREIBER
El 31 de agosto, centenares de personas marcharon por el corazón del barrio puertorriqueña de Filadelfia para protestar por el asesinato de Eddie Irizarry a manos de la policía dos semanas anterior. Eddie fue fusilado tras seis disparos el 13 de agosto mientras estaba sentado sin hacer nada en su coche durante un control de tráfico. Al principio, el departamento de policía mintió sobre el incidente, alegando que los agentes se habían “defendido” contra la víctima, que supuestamente se había “brincado hacia ellos” con un cuchillo. Pero las imágenes de vigilancia demostraron que la versión policial era falsa.
En la marcha de protesta se gritaba “¡Di su nombre! Eddie Irizarry”. “¿Qué queremos? Justicia!” y “¡El pueblo unido jamás será vencido!”. La gente marchó detrás de una pancarta que pedía “¡Justicia!” y portaba banderas puertorriqueñas y carteles con retratos de “Junito”, como apodaban cariñosamente a Eddie Irizarry sus amigos y familiares. Otros llevaban pancartas que denunciaban la brutalidad policial, de la que los policías de Filadelfia han sido culpables muchisimas veces. El pasado mes de mayo, un policia vestido de ropa civil en Filadelfia fue acusado de asesinato tras disparar a un niño de 12 años, Thomas “TJ” Siderio, por la espalda mientras huía, y luego disparar el tiro mortal al estilo ejecución mientras el niño yacía herido y desarmado en el suelo.
La marcha se dirigió desde una manifestación ante el Taller Puertorriqueño hasta la comisaría del distrito 24 de policía. El activista de la comunidad negra Gabe Bryant expresó su solidaridad con los manifestantes del Taller. “Miren a su alrededor”, dijo a la multitud. “¡Veo mucho poder, mucha fuerza! ¡Tenemos que organizarnos! Tenemos que movilizarnos!”
Fuera de la comisaría, mientras una hilera de policías con cara de piedra miraban desde las escaleras, una tía de Eddie, Millie, se dirigió a la multitud entre lágrimas, gritando: “¡Es un asesinato! ¡Es una vergüenza!” Señaló que los policías dieron a Irizarry sólo seis segundos para responder a sus órdenes antes de dispararle. “Seis segundos”, dijo. “¿Quién hace algo en seis segundos carrajo?”. Más tarde, los manifestantes se trasladaron a la calle donde Eddie fue asesinado; depositaron rosas blancas en el lugar del tiroteo.
El 13 de agosto, Eddie Irizarry, mecánico puertorriqueño de 27 años, había sido seguido por un coche patrullero de la policía mientras conducía su Toyota. La policía alegó más tarde que conducía de forma errática, zigzagueando de un lado a otro de la carretera.
Dos cámaras de vigilancia muestran a Eddie aparcando su coche en una calle lateral. Momentos después, apaga el motor y el coche patrulla de la policía se detiene a su lado. Inmediatamente, dos policías salen del coche con las pistolas desenfundadas, corren hacia el coche y apuntan a la víctima. En ese momento, Eddie sube la ventanilla de su coche. Uno de los policías, Mark Dial, dispara varias veces a través de la ventanilla lateral del coche y de nuevo a través del parabrisas, hiriendo gravemente a la víctima. Ambos policías huyen mientras Eddie Irizarry lucha por su vida.
Recientemente, la familia de Eddie y su abogado, Shaka Johnson, pudieron visitar la oficina del fiscal Larry Krasner, donde vieron el vídeo del incidente grabado por la cámara corporal de la policía. Las imágenes les permitieron ver más de cerca el asesinato. Johnson dijo que el vídeo mostraba que Eddie tenía una navaja, pero que estaba a su lado cuando le dispararon. Nunca la levantó para amenazar a los agentes, como alegó el departamento de policía en su intento de encubrir el asesinato.
El abogado dijo a los periodistas que, según la banda sonora del vídeo, el agente Dial ordenó a Irizarry: “¡Muéstreme las manos!” y, después de que un agente le dijera que tenía una navaja, Dial gritó: “¡Suelte la navaja!”. Unos segundos después, Dial le disparó. Johnson señaló que Irizarry no tuvo tiempo de responder a las órdenes y que podría no haberlas entendido. “Nunca tuvo la oportunidad de escuchar y responder a una orden policial”, dijo. “Está sentado en su coche con las ventanillas subidas y no habla inglés”.
Johnson dijo que la oficina del fiscal del distrito había prometido hacer públicas las imágenes de vídeo de la policía en las próximas dos semanas, aunque no se aclaró el motivo del retraso. La familia exige que el vídeo no sea censurado. Krasner tampoco quiso decir si su oficina tenía intención de presentar cargos penales contra Dial o su compañero. Hace una semana, la comisaria Danielle Outlaw anunció que el departamento de policía había decidido despedir a Dial, no por el tiroteo, sino por su negativa a hablar con los investigadores internos sobre lo sucedido.
Foto: Elizabeth Robertson / Philadelphia Inquirer