Las “Moms for Liberty” son saludadas con protestas en Filadelfia

Por JOHN LESLIE

Las llamadas “Moms for Liberty” (en español: Madres por la Libertad, MFL) celebraron una conferencia, denominada “El Cumbre de Guerreros Alegres”, en Filadelfia, del 29 de junio al 2 de julio, a pesar de las numerosas protestas contra su incitación al odio, la prohibición de libros y los ataques a la educación pública, la historia de los negros y las personas LGBTQ.

Días antes del evento de MFL, diversas organizaciones políticas, comunitarias y de padres participaron en protestas pidiendo que el hotel y centro de conferencias Marriott cancelara su contrato con MFL. Además, se organizaron protestas ante el Museo de la Revolución Americana, contratado para ofrecer una recepción de bienvenida al MFL. La mayoría de los empleados del museo y al menos siete organizaciones que representan a historiadores pidieron al museo que cancelara el acto. Entre ellas estaban el Consejo Nacional de Historia Pública, la Sociedad de Historiadores de la Antigua República Americana, la Conferencia de Mujeres Historiadoras de Berkshire, la Organización Profesional de Historiadores LGBTQIA+ y la Organización de Historiadores Americanos.

Trish Norman, conservacionista adjunta del museo, declaró a Hyperallergic: “Como profesional queer de museos que ha denunciado abiertamente el alquiler del museo a Madres por la Libertad, creo que el contrato de alquiler va en contra de la misión y los valores del museo”.

Durante la conferencia, varios grupos -entre ellos la Unión Nacional de Padres, ACT-UP y la Liga de Jóvenes Comunistas- patrocinaron manifestaciones, así como estridentes concentraciones de la “Fiesta del Baile” fuera del Marriott y del Museo de la Revolución Americana. Frente a la biblioteca central de Filadelfia se celebró una concentración por la “Libertad de Lectura”, mientras una pequeña contraprotesta de personas contrarias a los libros les gritaba desde su posición frente a la entrada de la biblioteca.

Por desgracia, aunque las protestas eran numerosas, todas ellas eran bastante reducidas, y rara vez superaban las 100 personas a la vez. Se había presentado una oportunidad inmejorable para que diversas organizaciones y personas -sindicatos, profesores, bibliotecarios, grupos de negros e inmigrantes y otros defensores de la libertad de expresión y las libertades civiles- se unieran en una amplia coalición que podría haber movilizado a miles de personas para contrarrestar las pancartas derechistas contra los libros. Pero ese importante paso nunca se dio.

Un grupo de odio

Según el Washington Post, el 15 de octubre de 2021, 10 meses después de la fundación del MFL en enero de 2021, el grupo afirmaba que había crecido hasta los 56.000 miembros y simpatizantes en 135 secciones de 35 estados. Aunque se hace pasar por una red de base de padres preocupados, la dirección del MFL mantiene estrechos vínculos con importantes organizaciones políticas de derechas y cuenta entre sus donantes con un estrato de personas adineradas.

El Southern Policy Law Center (SPLC), que estudia a los grupos de odio, ha clasificado al MFL como grupo extremista. Según el SPLC, “Madres por la Libertad y sus secciones en todo el país combaten lo que consideran el “adoctrinamiento woke” de los niños, demandan la prohibición de libros en las bibliotecas escolares y apoyan a candidatos a cargos públicos que coinciden con las opiniones del grupo. También utilizan sus múltiples plataformas de medios sociales para atacar a profesores y funcionarios escolares, demandar la abolición del Departamento de Educación, promover propaganda conspirativa y difundir imágenes y retórica de odio contra la comunidad LGBTQ”.

Como para confirmar la designación del SPLC, el 2 de junio de 2023, Scarlett Johnson de MFL apareció en un programa de teoría de la conspiración nacionalista blanca presentado por el antisemita Stew Peters. En el programa, afirmó que la mercancía del orgullo en tiendas como Target forma parte de un complot marxista y que los transgeneros incitan a la violencia contra los cristianos.

Los partidarios del MFL han amenazado con violencia al personal de las escuelas, han ofrecido recompensas a los profesores que infrinjan una ley de New Hampshire contra la enseñanza de la Teoría Crítica de la Raza (CRT) en las escuelas (básicamente cualquier historia negra). Una sección del MFL citó a Adolf Hitler en su boletín informativo, aunque bajo presión, se disculpó más tarde. El MFL ha estado trabajando para hacerse con el control de los consejos escolares a escala nacional y tiene el control de al menos dos, Pennridge y Central Bucks, en los suburbios de Filadelfia.

Entre los oradores de la conferencia del MFL había una serie de nacionalistas cristianos de extrema derecha, supremacistas blancos y cuatro candidatos presidenciales del Partido Republicano. Uno de los ponentes, James Lindsay, es autor de un libro en el que afirma que la CRT forma parte de una conspiración “marxista” y es un proveedor de la teoría nacionalista blanca del “gran reemplazo” o “genocidio blanco”. El nacionalismo blanco se basa en el temor infundado a que los blancos como grupo social pierdan su primacía en la sociedad estadounidense debido al descenso de la población blanca y al aumento de la inmigración. Es cierto, por supuesto, que la población blanca “no hispana” como porcentaje del total está disminuyendo. El nacionalismo blanco lo considera el resultado de una política consciente de las élites liberales, a menudo judías, para “sustituir” a la población blanca por una población que, según los racistas, será más fácil de controlar por las élites gobernantes.

Otros oradores fueron figuras de extrema derecha como Dennis Prager, Kevin Roberts de la Fundación Heritage, el gobernador de Florida DeSantis, la ex gobernadora de Carolina del Sur Nikki Haley y el extremista nacionalista cristiano Tim Barton. Barton, presidente de los Wallbuilders, ha sido citado pidiendo “más Dios, más Jesús, y más Biblia en las escuelas”.

El ex presidente Trump habló el 30 de junio. Después llevó a algunas de las “Madres” a comer un Philly cheesesteak, pero interrumpieron la excursión porque temían que aparecieran contramanifestantes. Cuando la caravana de Trump pasó junto a los manifestantes, se oyeron gritos de “jódete” y “traidor” por parte de la multitud.

El último día de la conferencia, el domingo 2 de julio, el vicegobernador de Carolina del Norte, Mark Robinson, dijo a los asistentes: “No hay ninguna razón por la que nadie, en ningún lugar de Estados Unidos, deba hablar a ningún niño sobre transexualidad, homosexualidad, ninguna de esas porquerías”. Fuera del hotel, los delegados del MFL fueron recibidos con cánticos de “¡Philly es una ciudad trans!”. “¡Philly es una ciudad queer!”.

La policía, que mantuvo una presencia extremadamente agresiva durante toda la conferencia, detuvo el domingo a seis manifestantes, cinco de ellos porque supuestamente estaban bloqueando el tráfico, y uno acusado de ondear una bandera trans sobre la barricada levantada alrededor del hotel.

¿Quién paga sus facturas?

Según el Tampa Bay Times, “Madres por la Libertad salto al nivel nacional político con sus líderes como invitados en Fox News y hasta llegando a salir en el Washington Post. Tiene un sitio web bien desarrollado y un amplio alcance en las redes sociales. Madres por la Libertad ha creado tres comités de acción política federales y uno estatal, uno de los cuales es un SuperPAC capaz de aceptar donaciones ilimitadas”.

El periódico continúa: “Los líderes de Madres por la Libertad dicen que sus finanzas principales son ganadas con la venta de camisetas. ¡Apenas han oído hablar de los hermanos Koch! Sin embargo, tal vez hayan oído hablar del Consejo de Política Nacional. Dos de los patrocinadores de la Cumbre Nacional de Madres por la Libertad, el Instituto de Liderazgo y la Fundación Heritage, son miembros críticos del Consejo para la Política Nacional, una red secreta de multimillonarios de derechas y líderes fundamentalistas cristianos que suscribe y coordina la política de derechas.”

Las declaraciones de la renta de 2021 de Moms for Liberty muestran que ese año recibió 250.000 dólares en contribuciones y subvenciones. La primera cumbre de MFL, en 2022, se financió en parte con una subvención de 50.000 dólares del Instituto de Liderazgo, que identifica su objetivo como “identificar, formar, reclutar y colocar a conservadores en la política, el gobierno y los medios de comunicación.” El MFL también se ha beneficiado de importantes actos de recaudación de fondos. Por ejemplo, la ex presentadora de Fox News Megyn Kelly participó en un acto en el que las entradas se vendieron a 20.000 dólares cada una.

La ofensiva de la extrema derecha

El MFL forma parte de una amplia ofensiva de la extrema derecha contra los derechos LGBTQ -los derechos de las personas trans en particular- y de una reacción general contra el movimiento por la libertad de los negros. El odio y las mentiras que promulgan sobre los LGBTQ, llamandolos pedófilos o “groomers “* han sido utilizados como armas por políticos y activistas de extrema derecha. Grupos nazis y otras organizaciones fascistas se han movilizado junto con evangélicos de extrema derecha para oponerse a los eventos de drag .

Los delitos de odio denunciados van en aumento. Según el Proyecto Marshall, “los delitos de odio denunciados al FBI por las fuerzas del orden aumentaron de más de 8.000 en 2020 a casi 11.000 al año siguiente, según las estadísticas actualizadas publicadas la semana pasada. Los delitos contra los asiático-americanos y los isleños del Pacífico, los sijs y las personas bisexuales aumentaron más del doble. Mientras tanto, los delitos de odio contra negros, blancos y personas LGBTQ constituyeron casi la mitad de todos los incidentes”.

En el periodo previo al Mes del Orgullo, los activistas de extrema derecha alentaron a sus partidarios a robar y pintarrajear o incendir las banderas del Orgullo que ondeaban en hogares y empresas de todo el país. Se han producido delitos de odio contra banderas del Orgullo en al menos cinco estados. La congresista de extrema derecha Marjorie Taylor Greene (republicana de Georgia) tachó a las mujeres transgeneras de “depredadoras sexuales” y calificó la bandera del Orgullo de “símbolo de agresión” contra las personas cisgénero. También afirmó extrañamente que las personas LGBTQ ya disfrutan de igualdad, a pesar de las numerosas leyes propuestas y promulgadas que restringen esa igualdad.

Se han presentado más de 520 proyectos de ley anti-LGBTQ en las legislaturas estatales; otros 220 proyectos de ley dirigidos específicamente a las personas transexuales y no binarias están siendo considerados o han sido aprobados. Además, se han promulgado 77 leyes anti-LGBTQ que prohíben la atención de afirmación de género a los jóvenes transexuales o censuran el contenido LGBTQ en los programas escolares.

Esta ofensiva no se limita sólo a EE.UU. Uganda aprobó recientemente una draconiana ley anti-LGBTQ que impone penas de cadena perpetua por actividad sexual entre personas del mismo sexo y, en algunos casos, la pena de muerte. La aprobación de esta ley fue elogiada por algunos miembros de la extrema derecha estadounidense. Rusia también ha tomado medidas para estigmatizar e ilegalizar aún más las relaciones LGBTQ. De los 193 Estados miembros de la ONU, sesenta y cuatro países siguen penalizando los actos sexuales entre personas del mismo sexo.

La estrategia y táctica contra la extrema derecha

Aunque todavía no existe en EEUU un movimiento fascista de masas unificado en torno a un único programa, líder y organización, el crecimiento y la combatividad de la extrema derecha en este periodo son espantosos. Trump, un oportunista político sin principios, contribuyó a preparar el escenario para la situación actual. Como dijo un dirigente del Ku Klux Klan: “Trump nos ha liberado”. La creciente extrema derecha tiene profundos ecos dentro de uno de los dos principales partidos burgueses, donde ideas antes marginales como el nacionalismo cristiano y la “teoría del gran reemplazo” han ganado una audiencia mayoritaria.

El fascismo es un síntoma del capitalismo en crisis y es convocado por el capital financiero para defender su poder contra la clase obrera.

Trotsky escribió: “En el momento en que los recursos policiales y militares ‘normales’ de la dictadura burguesa, junto con sus pantallas parlamentarias, ya no bastan para mantener a la sociedad en un estado de equilibrio, llega el turno del régimen fascista. A través de la agencia fascista, el capitalismo pone en movimiento a las masas de la pequeña burguesía enloquecida y a las bandas de lumpenproletariado desclasado y desmoralizado, a todos los innumerables seres humanos a los que el propio capital financiero ha llevado a la desesperación y al frenesí”.

La estrategia y las tácticas que deben utilizar la clase obrera y los oprimidos deben tener como objetivo no sólo derrotar a los fascistas en las calles, sino abrir el camino al poder político de los oprimidos y explotados. No podemos depender de la policía, los tribunales o los políticos burgueses para que nos defiendan. La mejor forma de avanzar es la contramovilización independiente y unitaria contra la derecha. Movilizar a las capas más amplias de la sociedad contra la reacción, especialmente al movimiento obrero, es una tarea urgente.

El Partido Socialista de los Trabajadores lo comprendió en 1939 cuando movilizó a 50.000 trabajadores para oponerse a un mitin nazi en el Madison Square Garden de Nueva York. El Socialist Appeal informó: “Con una brutalidad que recordaba los días de los cosacos zaristas, 1.780 policías del alcalde La Guardia, el mayor número de policías jamás reunido en la ciudad contra una sola manifestación, golpearon y pisotearon bajo los cascos de los caballos a decenas de trabajadores en un intento infructuoso de disolver la manifestación.”

LaGuardia, demócrata liberal, utilizó a la policía para proteger a los fascistas. Cabe señalar que el Partido Comunista se negó a construir un frente unido contra los fascistas junto a los trotskistas. Sin embargo, las filas del PC respondieron al llamamiento del SWP y se movilizaron a pesar del incumplimiento político de su dirección.

Mirando hacia el futuro, está clara la necesidad de construir un partido obrero revolucionario capaz de dirigir estas luchas. Un partido dirigido por los trabajadores, la juventud y los oprimidos más combativos puede ayudar a barrer esta inmundicia fascista del escenario de la historia y abrir el camino a la lucha por un mundo mejor, un mundo socialista.

*Alguien que se hace amigo de un niño con fin de abusar su confianza y aprovecharse de elle de una manera sexual.

Foto: Una pancarta colgada frente al hotel Marriott de Filadelfia. (John Leslie / La Voz de los Trabajadores)

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