VENEZUELA
Escrito por Leo Arantes 
Sábado 18 de Enero de 2014 13:22
Desde antes de las elecciones municipales del pasado 8 de diciembre, altos funcionários gubernamentales dejaron entrever un posible aumento del precio de la gasolina.

Los resultados electorales, posibilitaron al gobierno afirmar la «pertinencia» y «necesidad» de un ajuste en el precio del combustible. Todos, aseguran que hay que «abrir un debate» para ver cuál sería la mejor forma de implementar el aumento. Las razones que esgrimen son diversas «es la gasolina más barata del mundo», «desde hace diecisiete años no hay un ajuste en el precio de la gasolina», «el subsidio estatal para mantener el actual precio de la gasolina representa 12.600 millones de dólares», entre otras.

Analistas políticos del chavismo justifican el eventual aumento, también burocratas sindicales como Wills Rangel, Presidente de la federación petrolera y de la Central Socialista Bolivariana de Trabajadores igualmente FEDECAMARAS [cámara patronal] y la MUD [frente opositor político de derecha].

Pero también compañeros trabajadores y activistas honestos apoyan el posible incremento; con estos últimos queremos abrir un debate sobre las verdaderas razones del aumento, a quien beneficia y a quien perjudica, sus consecuencias, es decir, un debate distinto al que proponen Maduro y su gobierno.

Los argumentos del gobierno, encierran una gran mentira al tratar de ocultar lãs verdaderas razones del pretendido aumento. Hay un acuerdo general entre la patronal opositora y roja –rojita [chavista] y el gobierno para descargar la crisis económica sobre los hombros de los trabajadores y el pueblo pobre.

Una inflación de 56,2% al cierre de 2013 y la escasez de productos básicos se comen los salarios y atormentan la vida del pueblo trabajador; mientras tanto el gobierno no cesa en entregar dólares al parasitario y especulador empresariado venezolano, a las transnacionales al imperialismo a través de las empresas mixtas y los pagos de deuda externa.

Ese es el problema y la razón para querer aumentar la gasolina: los ingresos petroleros, que generan el 97% de los dólares que entran al país, no están alcanzando para todos y el gobierno entonces pretende meter la mano em los bolsillos de los trabajadores para cubrir tal «déficit». El gobierno afirma que el año pasado fueron asignados 33.000 millones de dólares a importadores privados, y que al menos 20.000 millones de estos fueron asignados a empresas de maletín que no importaron nada y se dedicaron a la especulación, estafando al Estado venezolano. 18.000 millones de dólares fueron destinados a cancelar el servicio de deuda externa. Las transnacionales en las empresas mixtas ganan fortunas y el gobierno deja de cobrar como impuesto debido a los tratados desde 1999, contra la doble tributación 17.875 millones de dólares anuales, todos estos montos muy superiores al subsidio que se paga para mantener el actual precio de la gasolina, y que sin embargo no son cuestionados ni por oficialistas ni opositores de derecha.

En definitiva, es para mantener la fiesta especulativa de adquirir dólares baratos para importar, hacer buenos negocios con ellos en el mercado paralelo, o importar mercancías con dólar oficial y vender en el mercado interno a precios elevadísimos, que gobierno y oposición se ponen de acuerdo en ajustar el precio del combustible, poniendo la MUD a disposición del gobierno sus recursos técnicos y políticos para que esta decisión se tome de la mejor manera posible, y proponiendo además que la medida debe ir acompañada de una devaluación de la moneda, y uma disminución de las ventas de petróleo a Cuba y a través de Petrocaribe. 

Está claro que los grandes beneficiarios de esta medida serán los empresarios chavistas y opositores, de FEDEINDUSTRIA (roja – rojita), FEDECAMARAS (MUD), los banqueros y las transnacionales; que si bien verán aumentar sus costos por concepto de transportes y fletes, tendrán siempre la posibilidad de trasladar esto a los precios de las mercancías y los servicios que ofrecen elevando así los niveles de inflación. El gobierno, por su parte, y pese a que Maduro lo niegue, implementará dicha medida como um intento de cubrir el déficit fiscal generado por los múltiples compromisos adquiridos con los sectores ya mencionados

Otra realidad es la de nosotros los trabajadores, que tendremos que soportar la posible subida de los precios del transporte y con ellos de la inflación que ya se come y que seguirá deteriorando nuestros pírricos salarios y que tendremos que lidiar con uma situación de escasez que no se soluciona. 

Lejos de perseguir a los empresarios y banqueros, especuladores, obligarlos a responder por los dólares que defraudaron al Estado, dejar de pagar la deuda externa, acabar com los convenios de empresas mixtas principalmente en el negocio petrolero, expulsando a las transnacionales, y romper con los tratados contra la doble tributación; el gobierno prefiere meter las manos en los bolsillos de los trabajadores aumentando la gasolina y haciéndoles cargar el peso de la crisis, y esto es así por su carácter de gobierno patronal y antiobrero.

Los trabajadores debemos rechazar el aumento del precio de la gasolina. Necesitamos construir la unidad para luchar, con asambleas democráticas en los centros de trabajo, para ir hacia un gran encuentro nacional de trabajadores unitario y autónomo para la defensa de todos nuestros derechos.